La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por un aumento de la concentración de glucosa o azúcar en sangre, debido a que el páncreas no produce insulina (diabetes tipo 1) o el páncreas sí produce insulina pero el organismo no la utiliza de forma adecuada (diabetes tipo 2). Es una enfermedad muy común. En Canarias, entre 12 y 15 personas por cada cien padecen diabetes, siendo de las Regiones del Mundo occidental donde más prevalencia hay.

La frecuencia de la diabetes aumente alarmamente a nivel mundial, a medida que lo hacen la edad, la obesidad y el sedentarismo de la población.

Se la ha definido como la “epidemia del siglo XXI”. Según la OMS, en 1995 existían 135 millones de personas con diabetes en todo el Mundo. En el año 2005 habrán 300 millones.

Fuentes:
1. Atlas de la diabetes: 2ª edición. VV.AA. Federación Internacional de la Diabetes (IDF). Año 2003
2. Qué pasa con la diabetes en Canarias. Drs. López Alba, A. y Maceira Cruz. B. Plataforma de Atención a la Diabetes (PAD). Año 2003
3. Lo que debes saber sobre la Diabetes Infantil. VV.AA. Ministerio de Sanidad y Consumo del Gobierno de España. Año 2000
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Se inicia generalmente en niños y adultos jóvenes. Por eso se le conoce también como diabetes juvenil. También es posible, aunque con menos frecuencia, que este tipo de diabetes se inicia partir de los 40 años. La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) representa entre el 5% y el 10% de todos los casos de diabetes.

Es una enfermedad autoinmune en la cual el páncreas no produce insulina.El propio sistema inmunológico o de defensa del organismo ha inactivado la parte del páncreas que produce la insulina (células beta de los islotes Langerhans).

Cuando el páncreas de una persona no produce insulina, la concentración de glucosa en sangra se eleva muchísimo y produce síntomas como: sed excesiva, enormes ganas de orinar, presencia de acetona en la orina, y generalmente pérdida de peso, aunque se haya tenido más hambre de lo habitual en las últimas semanas o meses.

Todas las personas con DM1 saben que tienen esta enfermedad, por que los síntomas anteriormente mencionados, son tan exagerados que todas han consultado al médico, por lo que se ha podido realizar el diagnóstico e iniciar el tratamiento.

Las personas con DM1 tienen que inyectarse insulina para poder vivir y seguir un plan de alimentación saludable, con control en cada comida o suplemento de los alimentos que elevan la concentración de glucosa ensangre ( leche, farináceos, fruta…), y adaptar la insulina y/o alimentación si realizan más actividad física.

Por ello es muy importante analizar la glucemia capilar con frecuencia y aprender a interpretar los resultados para ajustar la insulina en función de los mismos.

Para saber si una persona presenta riesgo elevado de padecer DM1 debe realizarse unos análisis de sangre especiales que detectan distintos anticuerpos ( ICA, IA2, GAD…) dirigidos contra las células del páncreas que fabrican la insulina. Si a una persona se le detectan cantidades elevadas de estos anticuerpos, tiene elevado riesgo de desarrollar la DM1. Estos análisis por el momento sólo se realizan en el contexto de estudios de investiga

Es mucho más frecuente que se inicie en la edad adulta, de aquí el nombre popular de diabetes de la gente mayor, aunque puede iniciarse a cualquier edad. La diabetes tipo 2 (DM2) se debe a la incapacidad del organismo para producir o poder utilizar de forma adecuada la propia insulina. Es la forma más común de diabetes entre un 90 y un 95% de todos los casos.

La DM2 está adquiriendo proporciones epidémicas, debido al aumento de la esperanza de vida de la población y a que está muy asociada a la obesidad y a un estilo de vida sedentaria. En nuestro medio de cada 100 personas alrededor de 10 tienen DM2 , aunque la mitad de las personas afectadas no lo saben, porque en las fases iniciales la enfermedad no produce síntomas. Sólo puede diagnosticarse mediante un análisis de glucosa en sangre. Por esta razón muchas personas se enteran de forma casual a través de análisis rutinarios realizados por otro motivo (revisiones de empresa, controles por otra enfermedad, revisión ginecológica en mujeres…). Si los valores de glucosa son muy elevados, puede notar síntomas como la sed excesiva, enormes ganas de orinar e incluso pérdida de peso.

El tratamiento pude variar en función de la fase en que se haya diagnosticado la enfermedad y de la evolución de ésta. Por tanto, habrá personas con DM2 en diferentes modalidades de tratamiento:

  • Seguir un plan de alimentación sano que ayude a controlar el peso corporal junto con la realización de actividad física regular (mínimo 3-4 veces por semana).
  • Si con un plan de alimentación saludable y la realización de actividad física regular no es suficiente , se añadirá medicación (antidiabéticos orales).
  • Si no es suficiente con todo lo nombrado anteriormente, puede ser necesario añadir insulina al tratamiento.

Con el paso de los años una gran mayoría de personas con DM2 acabarán necesitando insulina.

Las personas que tienen mayor riesgo de desarrollar la diabetes mellitus tipo 2 son aquellas con historia familiar de diabetes, con sobrepeso, que no hacen ejercicio regularmente, con colesterol elevado, con tensión arterial elevada, con antecedentes de enfermedad cardiovascular; también las personas que han tenido diabetes gestacional; y las personas con intolerancia oral a la glucosa presentan valores de glucosa en la sangre más elevados de lo normal, pero no lo suficiente para ser clasificados como diabéticos.

¿Se puede prevenir la diabetes mellitus 2?

A diferencia de la DM1, las personas con riesgo elevado de padecer DM2 pueden prevenir y/o retrasar la aparición de la DM2 si: mantienen un peso corporal correcto y realizan actividad física regular. Las personas mayores de 45 años deberían controlar sus valores de glucosa en sangre cada 3 años si el resultado es normal. Antes de los 45 años sólo aquellas que presenten alguno de los factores de riesgo antes mencionados.

Diabetes gestacional (o del embarazo)

Esta diabetes está presente entre un 2-5% de todos los embarazos de mujeres sin diabetes previa. Debido a los cambios hormonales del embarazoesta diabetes puede iniciarse de forma más frecuente en el tercer trimestre del embarazo. Para su detección se realiza el Test de O’ Sullivan a todas las mujeres embarazadas

Otros tipos de diabetes

Pueden ser el resultado de:

  • Cirugía: por ejemplo en aquellas personas a las que se ha practicado una extirpación total o parcial del páncreas.
  • Medicamentos a dosis elevadas: como ocurre en aquellas personas que por otros motivos de salud tienen que tomar fármacos tipo corticoides o inmunopresores a dosis elevadas. Como efecto secundario de estos fármacos se puede iniciar una diabetes.
  • Desnutrición, infecciones, síndrome genético u otra enfermedad.

Se basa en el equilibrio de tres factores: la alimentación, los fármacos ( antidiabéticos orales e insulina) y el ejercicio físico regular ( especialmente en personas con DM2), siendo necesario que la persona con diabetes y su familia aprendan a conocer estos factores y como se relacionan entre sí.

En la diabetes mellitus tipo 1 la insulina es fundamental, un plan de alimentación adaptado, y un ajuste de insulina y alimentación en caso de realizar ejercicio físico.

En el caso de la diabetes melllitus tipo2 la base de del tratamiento será la dieta y el ejercicio físico; en caso de que el control no sea bueno, se incluirán las pastillas antidiabéticas, y si fuera necesario la insulina.

Aunque el tratamiento fundamental en la DM1 es la insulina, la dieta también es muy importante porque se complementan: la dosis de insulina que se necesite dependerá de lo que vamos a comer, así se evitan grandes variaciones de glucemia.

La alimentación en la DM1 no es una dieta especial, sino que es una dieta saludable. La pueden hacer otros miembros de la familia que no tengan ningúnproblema de salud. Esta alimentación debe seguir las pautas de la dieta mediterránea, es decir , frutas, verduras, aceite de oliva, poca grasa animal, cereales, legumbres, pescado..etc.

Las calorías aconsejables en la dieta van a depender de la edad, ejercicio, peso corporal…etc; por eso no existe una dieta igual para todas las personas; el médico es el que indicará la dieta más adecuada para cada persona.

Los alimentos se componen de nutrientes que son principalmente tres: hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Los hidratos de carbono son los principales responsables de las elevaciones de glucosa en sangre. Por eso es importante que se tomen con horarios estables y en cantidades controladas y poder ajustar bien la dosis de insulina que se va a necesitar. Existen dos tipos de hidratos de carbono: simples y complejos.

Los hidratos de carbono simples: se absorben rápidamente provocando subidas bruscas de la glucosa. Se encuentran en dulces, tartas, azúcar común, caramelos, refrescos, mermeladas. Estos alimentos deben evitarlos las personas con diabetes, ya que además favorecen el exceso de peso. También se encuentran en alimentos como la fruta y la leche, y son muy recomendables ya que aportan gran cantidad de nutrientes como las vitaminas y la fibra.

Los hidratos de carbono complejos: tardan más en absorberse y la subida de glucosa es más lenta y mantenida, con lo que es más fácil controlar la glucemia. En este grupo estarían las papas ,el arroz, los cereales, el pan, las legumbres, las pastas y las harinas. Son alimentos que se deben consumir a diario.

La fibra: son hidratos de carbono complejos de origen vegetal que no e digieren y en el tubo digestivo disminuyen la absorción de la glucosa. Además tiene un efecto “bio” que favorece el buen funcionamiento del intestino. Por ello , es beneficioso para las personas con diabetes, ya que ayudan a controlar la glucemia. Se encuentra en legumbres, verduras frescas, fruta natural con piel y cereales.

Los edulcorantes no calóricos: como la sacarina o el aspartamo son los más acosejables. Otros como el sorbitol, la fructosa o el manitol son clóricos y por tanto suben la glucosa.

Las grasas: aportan muchas calorías, si se consumen en exceso se acumulan en el organismo llevando a la ganancia de peso y predisposición a padecer complicaciones tardías de la diabetes.

Los antidiabéticos orales son fármacos que ayudan a regular la concentración de glucosa en sangre. Se administran en el tratamiento de la DM2 cuando la alimentación y el ejercicio no son suficientes. Existen varios tipos con modos de acción diferentes, por lo que es necesario conocer su efecto y tomarlos a las horas indicadas. El equipo de salud es el encargado de indicar al paciente cuándo debe tomarlos y si tienen o no riesgo de producir hipoglucemias ( bajadas de nivel de glucosa).

La insulina sólo puede inyectarse mediante inyección, aunque se están investigando nuevas formas de administración. Los sistemas de administración de la insulina (bolígrafos, jeringas) mejoran cada día, siendo mucho más cómodos. En función de cada persona se aconsejará un sistema u otro. Lo importante es seguir las instrucciones del equipo médico sobre el manejo concreto de instrumento y el número de inyecciones diarias de insulina indicada. Existen varios tipos de insulina : análogo-rápida, rápida, intermedia y lenta; se diferencian en el tiempo de inicio y duración de su efecto.

La insulina debe inyectarse en diferentes zonas de punción para evitar hipertrofias y abultamientos que pueden provocar que la insulina no actúe bien. Según la zona, el efecto de la insulina puede variar. Es conveniente la rotación de zona por la mañana, tarde y noche.

La actividad física adaptada a las posibilidades de cada persona y realizada de una manera regular contribuye de forma positiva al buen control de la diabetes, a la reducción de los factores de riesgo vascular (obesidad, colesterol), e influir en la sensación de bienestar físico y mental. Constituye una parte importante del tratamiento en la DM2, del mismo orden que la alimentación y la medicación. Por ello, se deberá planificar un programa físico adaptado a las necesidades individuales y realizado con regularidad (3 o 4 veces por semana).

Las personas con diabetes han de tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Cada vez que una persona con diabetes hace ejercicio sus niveles de glucosa (azúcar) en sangre bajan, y además los medicamentos actúan mejor.
  • El ejercicio físico favorece la pérdida de peso, el control del colesterol, y de la presión arterial.
  • Todas las personas con diabetes pueden practicar ejercicio físico, pero el tipo y la intensidad deben adaptarse a la edad, condición física y tipo de tratamiento. El equipo sanitario indicará qué tipo de ejercicio y con que frecuencia conviene a cada persona.
  • Siempre es mejor practicar un ejercicio de ritmo moderado y mantenido ( caminar una hora, nadar, bailar, montar en bicicleta…)
  • Evitar los ejercicios de riesgo o que favorezcan golpes y o caídas. Si se encuentra mal durante la práctica debe parar , descansar y avisar a alguna persona.
  • Es importante revisar los pies antes y después de hacer cualquier ejercicio; usar calcetines de algodón y zapatillas cómodas que sujeten bien el pie. Si hay lesiones en los pies no se debe practicar y consultar al médico.
  • Es conveniente llevar azúcar o caramelos en el bolsillo, para usar en caso de una bajada fuerte del nivel de azúcar (hipoglucemia).
  • En caso de hacer ejercicio al aire libre, es conveniente protegerse del sol, y evitar practicarlo si hace mucho frío o mucho calor. No se debe hacer ejercicio si tiene muy mal controlada la glucosa.

La educación de la persona con diabetes y su familia es muy importante. Las personas con diabetes pueden reducir el riesgo de complicaciones si reciben educación terapéutica acerca de su enfermedad, aprenden y practican las medidas necesarias para controlar mejor sus valores de glucosa en sangre y si realizan visitas regulares a su equipo de salud ( médicos, enfermeras, dietistas, podólogo…).

Para un buen control de la diabetes es necesario:

  • Que el equipo médico adapte la mejor pauta de tratamiento a cada persona en particular ya la vez le eduque para facilitar la máxima autonomía posible.
  • Que la persona con diabetes y su familia asuman este problema de salud y valoren las ventajas de un buen control, se impliquen y aprendan a autocuidarse para prevenir complicaciones.

La educación diabetológica es el proceso de aprendizaje a través del cual se intenta facilitar a las personas con diabetes y a su familia, los conocimientos, las habilidades para que puedan tomar parte activa en la toma de decisiones diarias sobre el tratamiento.

¿Cuáles son los conocimientos y habilidades que debería adquirir una persona con diabetes y su familia?

Cuando una persona con diabetes inicia tratamiento, debería adquirir los conocimientos y habilidades prácticas que le permitan:

  • Entender su problema de salud y las bases del tratamiento.
  • En caso de tomar pastillas: conocer su efecto y cuando tomarlas. En caso de inyectarse insulina: conocer su efecto y saber preparar e inyectar, así como conservar, la insulina correctamente. Saber interpretar y anotar los resultados de la glucemia capilar.
  • Saber prevenir, actuar y en que situaciones consultar al equipo médico cuando existe una elevación de glucosa (hiperglucemia).
  • Saber prevenir, actuar y en que situaciones consultar al equipo médico el descenso de glucosa (hipoglucemia).
  • Poder integrar el tratamiento a su vida cotidiana de hábitos dietéticos, horarios y actividad habitual.
  • Poder prevenir y/o tratar los factores de riesgo vascular: tabaco, colesterol elevado, tensión arterial, etc.
  • Saber realizar una correcta prevención de lesiones en el pie según riesgo(las personas con riesgo elevado son aquellas que tienen problemas de circulación y/o de neuropatía en las extremidades inferiores).
  • Conocer la importancia de las revisiones periódicas con el equipo médico habitual y los diferentes especialistas.
  • Poder realizar la actividad cotidiana con normalidad.

Los programas de educación terapéutica en diabetes, dirigidos a las personas con diabetes y sus familiares, son una ayuda para aprender las competencias básicas para el autocuidado de la diabetes.

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